Antes que nada, debemos tener en cuenta que la historia prehispánica
de la isla de Fuerteventura se antoja difícil debido al poco material que se
conserva de aquella época y también, a la escasa acción arqueológica. Debemos aclarar también que, gracias a ello, hemos podido hacernos una idea de cómo era la sociedad aborigen de la
isla aunque, según el autor, es necesario realizar más estudios para poder esclarecer mucho más este
tema.
La sociedad aborigen de Fuerteventura, tenía un tipo
de organización social segmentaria, es decir, la sociedad se dividía en
pequeñas comunidades locales, independientes entre sí, las cuales a su vez
formaban pequeños grupos que correspondían al mismo linaje y ocupaban un
territorio de características reducidas. Dentro de estos grupos
existirían grandes desigualdades según la riqueza, el prestigio… Entre los más
destacados, se elegía al que tuviese mayor riqueza, valentía, fortaleza…, y este
era denominado o llamado “altahay”, el cual era el
más importante dentro del grupo.
Cabe destacar, que este tipo de sociedad permitía,
de todas formas, la relación entre los diferentes linajes. Sus acercamientos iban
en función de las afinidades entre ellos, ante la posible amenaza de un enemigo o inclusive la unión de todos
los clanes de la isla frente a la amenaza de un enemigo extranjero. En estos
casos, no existía la figura de un jefe permanente sino de carácter temporal y
denominado los “jefes de la guerra” que si bien su liderazgo era absoluto
durante esos instantes una vez terminado el proceso que consumó la unión de
esos clanes, dicho liderazgo se rompe y se vuelve a la forma anterior,
separadas por linajes, territorios y con la figura del “altahay”.
Un aspecto a tener en cuenta, del cual hablan los cronistas, fue la partición territorial de la isla de Fuerteventura en dos
reinos, como se recoge en la crónica “Le Canarien”, en la cual se relata la
existencia de una muralla que “partía” la isla en dos mitades y aunque las
excavaciones arqueológicas han datado la existencia de diferentes
fortificaciones de piedra, se hace extremadamente difícil el datar las
diferentes construcciones para determinar si se tratan de construcciones prehispánicas construidas
para delimitar los diferentes territorios o simplemente son separaciones para
los terrenos cultivados con el fin de limitar el acceso a animales de pastoreo.
Por último, decir que, en lo que refiere al matrimonio, el autor nos
dice que se carece de información documental, aunque sí que se acepta la idea
de que ambos “reinos” fueran exógamos, es decir, que las mujeres se
intercambiaban de un grupo a otro, aunque también hay otra hipótesis que dice
qué dicho intercambio no se realizaba entre estos dos grandes grupos, sino que se
hacía entre los diversos grupos en los
que se dividían estos dos.
Bibliografía
Cabrera Pérez, J. C.,: Organizaciones
políticas de los aborígenes de Fuerteventura. Cabildo Insular de
Fuerteventura, Fuerteventura, 1989, pp. 213-222.
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